Esta foto la tomé hace unos días en el Ten Cent de Obispo, en La Habana Vieja. La escena me recuerda mi primera infancia, que transcurrió en el bar "El Camagüey", en Pinar del Río. Ahora faltaba la victrola y los boleros, pero había un altavoz metiendo tremendo reguetón. Me tomé un par de cervezas mientras revisaba una nueva edición de un pequeño libro de Eliseo Diego: El libro de quizás y quién sabe, Ediciones Unión, La Habana, 2015. Es una reedición, la primera es de Letras Cubanas, 1989. Compré el librito en una librería cercana. El reguetón no me dejaba concentrarme. Cuando llegué a casa leí con cuidado un pequeño ensayo de Eliseo, titulado Necesidad de la poesía, que escribió en 1983 y fue publicado en la revista Revolución y cultura, en su primer número de 1984.
A todo escritor le satisface escuchar a los lectores comentar sobre sus libros. Cada uno ha realizado su propia lectura y por tanto ha fijado su atención en algunos puntos específicos. Es decir, cada lector reescribe el libro y de ese modo lo hace suyo. Yo siempre escucho o leo los comentarios que me hacen y me quedo tranquilo. No discuto, no riposto. Tampoco ronroneo de placer con las lisonjas. He llegado a un punto de inmunización y sobre todo de comprensión. Así que pongo mi ego a un lado y acepto y agradezco plácidamente todos los comentarios. Agradezco tener tantos lectores apasionados y comunicativos.
A propósito de todo esto, extraigo unos pocos párrafos del ensayo de Eliseo Diego: "...llegamos al punto para mí fundamental: el concepto de necesidad. El arte es a un tiempo una necesidad y su respuesta -como el hambre presupone el pan que la satisface, o la sed el agua.
"Ahora bien, ¿necesidad de qué? Pues de comunicarnos -de formar parte por el ser o el saber- del misterio o el enigma de la realidad que nos rodea y cuyo ápice es la psique humana en sus aspectos de conciencia y efectividad. No hay cuento fantástico tan fantástico como el simple hecho de vivir.
"Todo escritor que lo sea de veras escribe porque tiene necesidad de hacerlo. Ha tenido un atisbo, un vislumbre de la realidad que lo rodea, y debe comunicarlo a otro -recibir de ese otro la confirmación que es el consuelo supremo: "sí, es así, tal como lo has visto". Por eso es más que un gusto exquisito. Por eso no hay tema humano, por grotesco o "feo" que nos parezca, que no sea objeto de la poesía. Porque obedece a una misma necesidad de conocimiento. De aquí que un poema -o una novela, o lo que sea- no resulte jamás un acto solitario, sino un acto de creación, a dos -el que crea y el que re-crea. Importa tanto lo uno como lo otro. De aquí también la necesidad social del arte".
Yo veo putas y pillos en tus textos. No hay nada mejor que ponerlos a merodear la vida. Ratas infectas que se la juegan mientras la humanidad se acaba así misma. Veo a un voyeur. Se asoma por la ventana y mira el espectáculo de los barrios bajos.
ResponderEliminarLa Poesía, es la forma mas bella y expedita de decir todo. Soy admirador de toda la narrativa en general, desde el ensayo hasta las novelas negras; pero sin dudas, la poesía es un genero que embelesa, atrae y por sobre todas las cosas, es la droga mas poderosa: una vez que se la prueba, jamas se la deja.
ResponderEliminar