Uno de los más ilustres y aguerridos miembros de la Generación del 98, Miguel de Unamuno, dijo en su momento -1924- que La Laguna es una calle oscura con un cura al fondo. Muy jocoso. Dicho en aquella época esa frase le podía costar una buena temporada en la cárcel. De hecho, él padecía un destierro político en Fuerteventura, por ser demasiado irreverente con el dictador Primo de Rivera. Pero el tiempo pasa y generalmente las cosas siempre mejoran. Hoy La Laguna, ciudad montañosa de Tenerife, es Patrimonio de la Humanidad, de la UNESCO. Además, mantiene con fuerza singular las tradiciones católicas más tradicionalistas y recalcitrantes. El Centro Histórico de la ciudad, muy bien restaurado, celebró ayer domingo 29 de mayo la fiesta católica del Corpus Christi. Aquí se celebra de un modo muy curioso porque la gente, de noche y madrugada, preparan estas alfombras de flores en las calles principales -todas peatonales- para que por la tarde las procesiones caminen sobre ellas. Ya hoy en día utilizan más bien arena y sal coloreada. También semillas, flores, cordones y otros materiales simples y naturales. Todas las religiones montan sus rituales, ceremonias, dramaturgias y escenografías. Esta me parece muy curiosa. Les dejo unas fotos.
en mi pueblo que se llama SALLENT de CATALUÑA precisamente estos dias tambien adornan las calles con flores se llama en catalan les enramades
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