Mi casa

Mi casa
© Héctor Garrido

domingo, 10 de septiembre de 2017

EL MOMENTO MÁGICO

Siempre me ha parecido que el asombro es esencial para poder escribir. Un lugar, una persona determinada, una situación, la atmósfera de una casa o de un paisaje. También la lectura de algo que nos sugiera una idea más o menos original. En fin, hay muchos motivos para que algo me asombre y a partir de ahí pueda comenzar la escritura de un poema, un cuento o una novela.  No quiere decir que lo comience de inmediato. Lo más probable es que se convierta sólo en una nota en alguna libreta y quizás pasen años antes de que ese apunte se incorpore a un texto. O no. Quizás nació predestinado a ser sólo una simple nota inútil toda su vida y de ahí no pasará. 
En estos días he estado releyendo Todo lo que sé sobre novela negra, publicado en español por Ediciones B en 2010. De P. D. James. Esta  señora murió en  2014, con 94 años. Dejó una buena cantidad de novelas y libros, algunas películas y  varios libros de no ficción, entre ellos éste, con consejos muy acertados y útiles. Mi ejemplar está muy subrayado, por ejemplo escribe en el capítulo 6: "Ese momento de inspiración inicial supone cada vez una gran emoción. Sé que por mucho tiempo que me lleve el proceso de escritura, al final acabaré teniendo una novela. La idea se apodera de mi mente y a medida que pasan los meses el libro va tomando forma, los personajes aparecen y van volviéndose cada día más reales..."  Y más adelante: "No obstante, por muy bien que conozca a mis personajes, éstos se definen con mayor claridad durante el proceso de escritura del libro, de tal forma que, al final, por mucho que me esmere en programar la obra de forma minuciosa, nunca obtengo exactamente la novela que he planificado. La sensación en realidad es que los personajes y todo lo que les sucede existe en algún limbo de la imaginación, de manera que  lo que yo hago no es inventarlos sino ponerme en contacto con ellos y plasmar su historia sobre el papel, es decir que es un proceso de revelación y no de creación." 
Creo que es una explicación muy atinada y que  casi  todos los escritores -aunque sean escritores limitados sólo de género- experimentan algo parecido. En mi libro Diálogo con mi sombra, sobre el oficio de escritor, intento también explicar un poco cómo es el proceso creativo. En realidad creo que es todo muy inexplicable porque se basa en la intuición y en lo que tenemos guardado en nuestro subconsciente. Algo un poco mágico tal vez.

lunes, 4 de septiembre de 2017

JOHN LE CARRÉ

Al parecer John Le Carré, con 85 años, se está despidiendo. Ha sido escritor durante los últimos 56 años en los que ha publicado unas 24 novelas, todas best sellers de género,  traducidas a más de 30 idiomas. Ahora, en septiembre presentará  -a bombo y platillo en el Royal Festival Hall, de Londres- su última novela titulada El legado de los espías, que saldrá en enero en español, en Planeta. Hace un año, septiembre 2016, presentó su autobiografía Volar en círculos. De todas sus novelas la que más me gusta es El espía que surgió del frío, que es lo suficientemente humana y cálida como para recordarme a otro grande del género: Graham Greene, a quien en realidad he leído mucho más.
Hace poco Le Carré fue entrevistado por la periodista británica Sarah Lyall. Me permito citar algunos párrafos sobresalientes tomados de ese texto, publicado por El País: "Una de las cosas que me fascinan del mundo de los servicios de inteligencia es que es un auténtico reflejo de la sociedad para la que trabajan. Si quieres estudiar la psicología de una nación, examina el mundo de los servicios secretos". En el Reino Unido "...la hipocresía es el deporte nacional. En nuestra clase social, en mi época, el colegio privado era un proceso deliberadamente brutal que te separaba de tus padres, y tus padres eran cómplices de ello. Te llenaban la cabeza de ambiciones imperiales y luego te soltaban en el mundo con un sentimiento totalmente elitista y un corazón de hielo". Al hablar de su infancia y su vida, recordó como siempre, que su padre fue un estafador y delincuente de mucho cuidado y que toda su familia procedía de la clase obrera. No obstante él estudió en Eton College, en Windsor. Y dice: "Mi infancia fue aberrante, peculiar, itinerante y completamente impredecible... La mezcla de soledad e incertidumbre fue muy fecunda. Y a eso hay que añadir el asombroso elenco de personajes deshonestos que pasaban por la vida de mi padre. Era inevitable que me encerrara en mí mismo y me inventara historias". 
Le Carré nunca ha aceptado premios y ha sido muy parco al conceder entrevistas. Lo tiene claro. Ahora, después de la presentación de su novela en público,  en el Royal Hall Festival, concederá una entrevista a medios de comunicación alemanes, después, "Creo sinceramente que será mi última intervención en público. Para entonces tendré 86 años, así que debo ser realista. Quizás me queden fuerzas para escribir una novela más. Y, si no es buena, tengo a todo un equipo de revisores implacables que me lo dirán. Siempre he pensado que Graham Greene, por ejemplo, siguió escribiendo demasiado tiempo". La periodista le pregunta: "...para un escritor es difícil no escribir, ¿no?". Y él contesta: "Es lo único que puedo hacer, en cierto modo. No soporto la inactividad. No soporto no escribir... Supongo que para mí esto es una especie de celebración. Siento que he adquirido por fin la madurez suficiente para afrontar la verdad a solas".