Mi casa

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© Héctor Garrido

martes, 28 de abril de 2015

MACHO TROPICAL

Acabo de ver en la televisión un documental sobre deportistas que reciben frecuentes golpes en la cabeza, y sus consecuencias. Algunos, que practican rugby, hockey, boxeo, etc, terminan sus vidas con graves depresiones y suicidios cuando apenas tienen 40 años o menos. En algún momento del documental una científica extrae un cerebro de un recipiente. Lo coloca sobre una mesa y con un cuchillo lo corta en tajadas. Dispone las lonchas en una bandeja, como si fuera rosbif, y explica algo sobre determinadas marcas que indican cómo los golpes recibidos durante el juego afectaron y perturbaron definitivamente la vida del deportista cuyo cerebro tenemos delante.
Mientras la mujer corta lonchas de cerebro yo aparto la mirada de la pantalla. Me chocan esos planos largos e incisivos sobre algo tan desagradable. Entonces recuerdo a Anton Chejov: "Un químico no puede sentirse asqueado con nada que existe sobre la capa de la tierra. Un escritor tiene que ser tan objetivo como el químico".
Y sigo asociando: Al hablar de ascos y repugnancias recuerdo cierto reportaje periodístico que logré hacer a duras penas en un quirófano, en la década de 1980. Un ginecólogo cubano muy destacado había rescatado una técnica  de manipulación quirúrgica para hacer cesáreas.  Se había utilizado antes de 1945 con muy buenos resultados al reducir drásticamente la mortalidad de las mujeres al parir. Pero a partir de ese año se extendió el uso de los antibióticos  y los ginecólogos adoptaron técnicas más simples para la cesárea. Estas técnicas "sencillas" aumentaban la posibilidad de infección, pero ahí estaban a mano los antibióticos. No obstante, aumentó la mortalidad de las madres por infección postoperatoria. Ahora el doctor Noda rescataba aquella vieja técnica, que traía aparejada una reducción drástica de las infecciones postoperatorias. Recordemos que en las zonas tropicales es mayor el riesgo de infección debido a las altas temperaturas y excesiva humedad.
Pues ahí estaba yo. El doctor me invitó a presenciar una operación cesárea en el quirófano. Jamás había entrado a un lugar así. Yo tenía 30 y pico de años y me sentía como Supermán. Con toda la arrogancia, el machismo y el dominio sobre sí mismo que normalmente tienen los machitos tropicales a esa edad.Así que jamás decía no. Para hacer un buen reportaje no me detenía ningún obstáculo. Había caminado en minas de cobre a dos kilómetros bajo la superficie, en túneles donde apenas cabía una persona. Estuve en aviones y helicópteros en medio de huracanes, en submarinos, hice saltos en parapente, escalé montañas muy difíciles para llegar a antiguas cuevas de cimarrones. Navegué muchas veces en pequeños barcos de pescadores de bonitos en el Golfo de México, con la mar muy brava, olas de tres metros,  y enormes tiburones dando vueltas incesantes, amenazadores. En fin, me creía una especie de Indiana Jones, indetenible e invulnerable, al que todo le salía bien. Me sentía muy motivado porque amaba mi oficio de periodista. Y esto era fundamental.
El médico empezó a picar carne y a profundizar en el vientre de aquella mujer. El bisturí cortaba grandes trozos de manteca. Era una mujer un poco gruesa, negra, de casi 50 años. El fotógrafo que me acompañaba hacía fotos de toda la secuencia. Yo tomaba apuntes de las explicaciones que el médico me daba minuciosamente. Pero ante aquella masacre con bisturí sentí que algo se me encogía por dentro. Aquella carne sangrante se abría en dos pedazos. Me dominé, por supuesto.Tenía que controlarme. Después de unos minutos el médico y su ayudante llegaron a la bolsa fetal. El doctor lo anunció: "Ahora vamos a abrir la bolsa fetal". Dio un piquete. Y de allí salió, sorpresivamente, un terrible olor a mierda. El niño se había hecho caca. Aquella fetidez inesperada me llegó a algún lugar traicionero en mi cerebro. Sentí que todo el cuerpo se me enfriaba y en segundos perdía todas mis fuerzas. Apenas miré al fotógrafo y le dije, en un susurro: "Bejerano, ¿tú te sientes bien?" Y me fui. Perdí el conocimiento  y me desplomé  en el piso como un saco de arena.
Desperté sobre una camilla, en el pasillo. Una enfermera se disponía a ponerme la tercera inyección de cafeína. Me sonrió. Demoré unos segundos en salir del estado catatónico en que me había sumergido. Me sentí tan ridículo que no sabía qué hacer ni qué decir. Enseguida apareció el ginecólogo, avergonzado. Intenté alguna excusa. pero fue él quien amablemente se disculpó: "Perdona. No me di cuenta que no estabas preparado sicológicamente. Para mí es lo más normal del mundo. Todos los días hago de una a tres cesáreas. Discúlpame".
Me sentí reconfortado por sus palabras tan caballerosas y compasivas. Después escribí el reportaje por las fotos. Tranquilamente, en su consulta, con la secuencia de imágenes delante, el doctor me explicó todo. Y pude escribir el texto con  claridad y lógica.
Han pasado unos 30 años de ese suceso. Creo que a partir de ese momento empecé a comprender mejor a los "superdotados" machitos tropicales.Empezando por mí, claro. Quiero decir que en mi corazón empezó a ganar terreno la humildad mientras la arrogancia y la vanidad perdían espacio.

sábado, 25 de abril de 2015

CERVANTES INDIGNADO

Aquí tenemos a Juan Goytisilo, en Alcalá de Henares, con los Reyes de España, pero vestido con un blazer y una corbata vieja y ajada. Dice que es la única que tiene desde hace 35 años. Se negó a vestirse de chaquet para la ocasión. Recibió el Premio Cervantes el 23 de abril y con sus 81 años demostró que el que tiene vergüenza y dignidad la mantiene hasta la tumba.
Lo habitual en estas ceremonias anuales tan escenográficas y envaradas es que el homenajeado diga palabras complacientes y agradecidas. En muchas ocasiones llegan a la grandilocuencia y la desmesura.  Goytisilo hizo todo lo contrario. En un discurso breve y directo de unos diez minutos soltó todo lo que tenía que decir en su legítima y permanente indignación: "Ser objeto de halagos por la institución literaria me lleva a dudar de mí mismo, ser persona non grata a ojos de ella me reconforta en mi conducta y labor".
Al principio de sus palabras dijo: "Los escritores se dividen en dos esferas o clases: la de quienes conciben su tarea como una carrera y la de quienes la viven como una adicción. El encasillado en la primera cuida de su promoción y visibilidad mediática, aspira a triunfar. El de las segundas, no".
Goytisilo ha vivido desde los 25 años fuera de España. En Estados Unidos y Francia, ahora en Marruecos. Con una extensa obra en novela, cuento, poesía, ensayo y periodismo, hace algún tiempo aseguró que ya no escribiría más narrativa "porque no tengo nada más que decir". Y se ha dedicado a escribir poesía sobre todo.  En 2008, cuando publicó su última novela: El exiliado de aquí y de allá, en  Galaxia Gutenberg-Círculo de Lectores, aseguró a El País algo que constituye una lección esencial para cualquiera que intente ser escritor: "Cada cual debe buscar su camino. Desconfío mucho de las clasificaciones de los profesores, de las generaciones. Cada escritor es una anomalía. Alguna vez me han dicho que era un escritor raro y siempre pienso que Cervantes se definía a sí mismo como raro inventor. La literatura es el dominio de lo raro. Un creador ha de ser  consciente de que hace algo nuevo. Si no, no merece la pena escribir. Aunque te arriesgues a la incomprensión".
Cada vez quedan menos escritores así. En algunas ocasiones he escuchado a jóvenes aspirantes a escritores cuya única preocupación es la fama, el prestigio mediático, agradecen con reverencias que los hayan incluido  en tal o cual grupo o generación o corriente o ismo. Viajan desesperadamente a donde quiera  que los inviten para figurar en la escena y buscar reconocimiento. Alguno más excesivo y con una fuerte dosis de ingenuidad me ha confesado que su propósito esencial es convertirse en millonario. Son los tontos que tienen que andar siempre con el ordenador a cuestas para escribir en hoteles y aeropuertos porque ni se imaginan que escribir es  un acto solitario, sagrado y místico. Si asumen la literatura como un simple negocio no pueden pensar que la escritura es ante todo un rito sagrado e inexplicable. Y yo he pensado: "Estamos muy jodidos", y hasta me he puesto un poco triste porque a veces los imbéciles así llegan en oleadas. No es uno. Son muchos. Por suerte siempre hay algunos, pocos, que se mantienen con la rebeldía y la furia en el corazón, que saben  -como decía Gunter Grass- que un escritor debe ser la conciencia crítica de la sociedad. En fin. Me quito el sombrero ante el Maestro Goytisilo. Menos mal que nos queda alguna reserva  moral en esta época marcada por el jodío espíritu mercantilista.

lunes, 20 de abril de 2015

AMOROSOS ÁRBOLES

 En los últimos tiempos estoy bastante light hablando de islas volcánicas, revistas rusas y cosas así, suavecitas. Creo que es una etapa. Para rematar acabo de ver estos árboles abrigados con tejidos a crochet, en un parquecito de Santa Cruz de Tenerife. Les hice estas fotos porque pensé que era algo muy original de esta isla canaria. Pero no. Ya no hay nada nuevo bajo el sol. Según las informaciones que he encontrado esta modalidad se llama  Yarn Bombing, también le dicen knitting y al parecer la madre reconocida es Magda Sayeg, que lo comenzó en Houston en 2005 y después lo siguió con particular perseverancia. La buena señora cubre cualquier superficie urbana con sus tejidos: señales de tránsito, automóviles, estatuas, árboles, etc. La práctica es una mezcla de arte y un intento por llamar la atención sobre el medioambiente y el  cuidado y amor por los árboles. Se ha extendido por todo el mundo y está presente en parques y lugares públicos en muchísimos países. Por cierto, son obras completamente anónimas. Me gustan.

domingo, 19 de abril de 2015

UNA ISLA VOLCÁNICA

 Estas fotos las acabo de tomar en la costa, en Tenerife, una isla volcánica. Es una costa brutal en comparación con la suavidad de las playas de Cuba,visión a la que estoy acostumbrado. Allí el agua es azul y verde esmeralda y la arena es de un amarillo claro. Arena procedente de corales sobre todo. Una isla volcánica, para mi gusto, es mucho más agreste.
Hace 10 millones de años empezaron las erupciones submarinas en esta zona. Sucesivas erupciones con enormes cantidades de lava elevaron el conjunto desde el fondo oceánico hasta el nivel del mar. Y de ese modo se formó la isla. 
Hay estudios sumamente detallados de ese
 prolongado proceso geológico. Hoy en día el volcán Teide tiene 3 718 metros sobre el nivel del mar y es el tercero más grande del planeta tras el Mauna Kea y el Mauna Loa,ambos en Hawai.
La última erupción data apenas de 1909, pero la más importante de los tiempos modernos y por tanto documentada, data de 1706, cuando el volcán expulsó grandes cantidades de lava durante 40 días hasta sepultar al pueblo de Garachico.
Esas enormes corrientes de lava llegaban hasta el mar y se enfriaban. Y de ese modo se originó esta costa brutal que vemos en las fotos.

viernes, 17 de abril de 2015

CUBANOS EN RUSIA

La revista moscovita Inostrannaya Literatura  dedicó su número de enero íntegro a la literatura cubana contemporánea. 285 páginas y 16 autores muy diversos en sus modos de hacer.
Abre con un largo texto del entrañable Eliseo Diego (Lichi) y continúa sucesivamente con Laidi Fernández de Juan, Pedro Juan Gutiérrez, Senel Paz, Angel Santiesteban, David Mitrani, María Elena Llana, Gastón Baquero, Dulce María Loynaz,  Cintio Vitier, Reina María Rodríguez, Virgilio Piñera, Miguel Angel Fraga,  Guillermo Cabrera Infante, Lidia Cabrera y Fernando Ortiz.

Tengo la revista en mis manos pero como no entiendo nada de ruso, nada más puedo decir. Sólo que parece ser una mezcla de salao con dulce que a lo mejor le gusta a los rusos para enterarse de cómo van las cosa en la remota isla caribeña. 

martes, 14 de abril de 2015

GUNTER GRASS EN CUBA

Gunter Grass era un tipo difícil. Acaba de morir. Ayer lunes 13 de abril 2015, en Lubeck, de una infección pulmonar. Tenía 87 años. Consideraba que todo escritor debe ser la conciencia crítica de la sociedad. Es decir, nada complaciente. Yo estoy de acuerdo. Cuando publicó en 1959 El tambor de hojalata lo llevaron a juicio por blasfemo y pornógrafo. Pero no se amilanó. Si eres un escritor crítico y no estás dispuesto a hacer concesiones sabes que tienes que pagar ese precio: te atacarán desde la izquierda y desde la derecha. Cada grupo buscará sus motivos para atacarte. Intentarán acosarte,  desprestigiarte e intimidarte para lograr que te calles y no incomodes más. Tienes que ser duro y resistir. Y Grass lo fue siempre. 
En 1992 ó 1993, más o menos, no recuerdo bien, Grass visitó Cuba. Eran los años difíciles del llamado Período Especial. En realidad fue la crisis más brutal por la que ha pasado mi país en toda su historia. Había mucha gente asustada y crispada porque  todo podía naufragar  en cualquier momento.
Yo trabajaba como periodista en una revista semanal. La directora me pidió que entrevistara a Grass. A mí me gustaba entrevistar escritores. Benedetti, Galeano, Cardenal. Entrevisté a unos cuantos, y lo disfrutaba. Así que fui al encuentro del alemán. Le pedí una entrevista y me echó un cubo de agua fría: "No le puedo conceder una entrevista. Pero usted puede ir a cada presentación que yo haga y me formula una pregunta. ¡Una sola pregunta! Y yo le respondo". Me quedé boquiabierto: ¿Por qué este hombre me hace esto? ¡Tremendo HP! Por supuesto, todas esas blasfemias sólo las pensé. En la realidad lo miré con furia y unas pequeñas dagas salieron mortales desde mis ojos hacia los suyos. Pero él no se dio por enterado. Así que estuve una semana detrás del cabrón viejo. Pero él me había marcado. En cada presentación yo le hacía una pregunta y él me respondía con agudeza y profundidad, pero si yo intentaba una segunda pregunta ahí mismo hacía una mueca de disgusto porque yo incumplía el acuerdo, y miraba hacia otra parte para darle la palabra a cualquier otra persona y hacer caso omiso de mi presencia. Para mí fue todo un ejercicio de humildad y de control del ego. 
Era social demócrata, así que me dio respuestas duras y nada diplomáticas sobre Cuba, su gobierno, la economía y todo. Por ejemplo, le pregunté algo tonto a ver si me daba al menos una respuesta amable:
-¿Qué le parece La Habana?
-Me recuerda a Calcuta. Cuando estuve allí me impactó tanto la miseria y el hambre que me pasé seis meses sin poder escribir.
Bueno, al fin terminé el peregrinaje. Armé la entrevista y se la entregué a la directora. Al día siguiente, muy temprano, me llamó airada. Había tachado unas cuantas páginas. Bueno, en realidad había censurado bastante. Y encima me hablaba -casi me gritaba- en tono de regaño como si yo fuera un niño malcriado e irresponsable que no sabe lo que hace y al que hay que educar:
-No la voy a publicar como me la entregaste porque ellos tampoco nos dejan hablar a nosotros todo lo que queremos decir.
-¿A los cubanos los censuran en Alemania? No entiendo, -le dije.
Ella cortó tajante la discusión:
-Va a salir como la dejé yo. Y si no estás de acuerdo la llevas a La Gaceta de Cuba para que te la publiquen.
La Gaceta de Cuba es una revista bimestral de cultura, con fama de liberal.
Fui a la redacción. Discutimos más. Y nada. Perdí. El fin de la historia es que la entrevista se publicó en la versión censurada. Cuando la vi impresa no lo podía creer. Casi la mitad del texto había desaparecido.
Han pasado más de 20 años de ese incidente. Supongo que ya no estamos tan crispados. Hemos tenido tiempo para relajarnos un poco y sonreir. Creo yo.

lunes, 13 de abril de 2015

CRONOLOGÍA DE TODOS MIS LIBROS

Con cierta frecuencia algunos lectores me piden una lista con la cronología de todos mis libros. Aquí va a continuación. En cada caso es sólo la primera edición de cada título. En mi web site (www.pedrojuangutierrez.com) esta información está mucho más completa.

1987-La realidad rugiendo, poesía graficada, Dirección provincial de cultura de Pinar del Río, Cuba.
1989-Vivir en el espacio, periodismo, Editorial Científico Técnica, La Habana, Cuba.
1996-Espléndidos peces plateados, poesía, Editorial Nueva Generación,  Buenos Aires, Argentina.
1998-Fuego contra los herejes, poesía, Faro Editorial, Bueno Aires, Argentina.
1998-Trilogía sucia de La Habana, narrativa, Editorial Anagrama, Barcelona, España.
1999-El Rey de La Habana, novela, Editorial Anagrama, Barcelona, España.
2000-Melancolía de los leones, narrativa,  Editorial Unión, La Habana, Cuba.
2001-Animal tropical, novela, Editorial Anagrama, Barcelona, España.
2002-El insaciable hombre araña, narrativa, Editorial Anagrama, Barcelona, España.
2003-Carne de perro, narrativa, Editorial Anagrama, Barcelona, España.
2004-Nuestro GG en La Habana, novela, Editorial Anagrama, Barcelona, España.
2006-El nido de la serpiente, novela, Editorial Anagrama, Barcelona, España.
2006-No tengas miedo, Lulú, poesía, Edizioni Estemporanea, Roma, Italia.
2006-Yo y una lujuriosa negra vieja, poesía, Lanctot Editeur, Montreal,Canadá.
2007-Corazón mestizo, viajes, Editorial Planeta, Barcelona, España.
2008-Lulú la perdida, poesía, La Mygalle a Pigalle, París, Francia.
2008-Morir en París, poesía, Embajada de España en Cuba, La Habana, Cuba.
2012-Arrastrando hojas secas hacia la oscuridad, poesía, Colección Sur Editores, La Habana, Cuba.
2012-La serpiente roja, poesía, Edición de autor, Barcelona, España.
2013-Diálogo con mi sombra, no ficción, Amazon, España.
2013-El último misterio de John Snake, poesía, Amazon, España.
2014-Viejo loco, narrativa, Ediciones Oriente, Santiago de Cuba, Cuba.
2015-Fabián y el caos,  novela, Editorial Anagrama, Barcelona, España.
2015-La línea oscura, poesía seleccionada, 1994-2014. Editorial Verbum, Madrid.

PRIMER AÑO DEL BLOG

El 15 de abril de 2014 comencé este blog. Es decir que ya hace un año. He escrito 69 entradas en todo este tiempo. Algunas muy leídas. Bueno, la más leída, con unos cuantos miles de lectores, es una titulada Putas mexicanas y rituales. Ahora les dejo abajo algunas fotos que tomé en estos días en los alrededores de mi casa en Centro Habana. Que las disfruten.






viernes, 10 de abril de 2015

ERECCION MORTAL


Paseando por el campo me encuentro con un arbolito de campana. Y me remonto a los años '70. Yo trabajaba como periodista en la provincia de Pinar del Río. Durante una semana me alojé en el motel del Orquideario de Soroa, en una montaña hacia el centro de la provincia, situada al oeste de La Habana. Desde allí  salíamos por las mañanas para hacer algunos reportajes en los alrededores. Era un pequeño equipo: Un camarógrafo de TV, un chofer, un jeep, y yo. 
Una noche, a eso de las once, me tocaron a la puerta de mi cabaña. Era uno de los muchachos de la recepción. Me conocían. Yo me alojaba allí con frecuencia. Me pidió que les ayudara con otro huésped que necesitaba ir al médico con urgencia. Es decir al policlínico del pueblo de Candelaria, a unos 20 kilómetros loma abajo. En el parking del motel sólo había un carro: el jeep nuestro. Así que, lógico dije que sí y nos fuimos a buscar a la persona que necesitaba ayuda.
Era un joven de apenas 20 años que disfrutaba allí su luna de miel. Tenía una erección brutal. Le dolía mucho. Y estaba ya muy nervioso. La esposa -muy apenada- se escondió en el baño cuando nos vio llegar. Eran una pareja de campesinos. Más bien tímidos. Ayudamos al muchacho a subir al jeep y en media hora llegamos al policlínico. 
El médico de guardia no perdió tiempo. Sólo le preguntó, socarrón: "¿Desde cuándo tienes era erección de burro, mijito?" El muchacho, soportando apenas el dolor, le contestó: "Desde ayer". Respuesta del médico: "Uhhh, esperaste demasiado, a ver si tienes gangrena y hay que cortarte el rabo". De inmediato le sacó sangre con una jeringuilla, inyectando las venas que están en la parte inferior del pene. Que, por cierto, todo hay que decirlo, el muchacho  era un mulato superdotado con un pene de 25 centímetros. Dos enfermeras se acercaron a mirar. Más bien a admirar porque no tenían nada que hacer allí. En cuanto el médico extrajo dos jeringuillas de sangre, el músculo cedió y la erección descendió. 
Lo dejaron descansar media hora. Al cabo de ese tiempo el médico  revisó de nuevo y emitió su diagnóstico: "No hay gangrena. Estás a salvo. Pero te va a doler un par de días por lo menos, así que nada de sexo hasta que pase el dolor. Ahora dime, ¿Qué fue lo que tomaste? ¿Campana?"
"Sí, doctor, un cocimiento de campana. Es que...a lo mejor los nervios me traicionaban y..."
El doctor, sonriente, lo interrumpió: "Bueno, pues ya ves. Salvaste el rabo de milagro. No vuelvas a tomar campana. Ya se pueden ir".
La historia tuvo un final feliz, pero no siempre es así. La campana, cuyo nombre científico es Brugmansia tiene alcaloides muy potentes que originan reacciones diversas, desde euforia hasta alucinaciones. Hay quien seca la flor y la fuma como si fuera mariguana. En fin, cada loco con su tema.

miércoles, 8 de abril de 2015

¿VENDER EL ALMA AL DIABLO?


En estos meses Cuba se ha puesto de moda nuevamente. Desde que Obama y Raúl anunciaron hace cuatro meses que van a restablecer las relaciones diplomáticas. Una avalancha de periodistas cae por La Habana. Casi todas las semanas me llaman un par de periodistas. Quieren hacerme una entrevista. No sobre literatura, que sería lo lógico. Sino sobre temas de política. Nunca quiero hablar sobre política por dos razones básicas: ese no es mi mundo, y además en política lo interesante y decisivo es lo que sucede entre bambalinas y no en el gran escenario. Así que ¿para qué voy a hablar de política? Prefiero concentrarme en la literatura, que, para mi gusto, es más interesante, menos circunstancial y más universal. 
No obstante, a veces acepto algunas de esas entrevistas si las preguntas no son excesivamente agresivas y coyunturales. Una periodista italiana, por ejemplo, acaba de preguntarme: ¿Los cubanos venderán su alma al diablo en cuanto los americanos empiecen a entrar en la Isla?
Me llamó la atención esa forma de ver las cosas. Vender el alma al diablo. Una frase bonita, antigua. Recuerda los pactos con el diablo que hacen muchos personajes de la literatura. Para conservar la juventud  y la belleza sobre todo. Pero la periodista no se refiere a nada poético. Se refiere por el contrario a algo muy pragmático: si la economía norteamericana entra gradualmente en la isla, los cubanos poco a poco modernizaremos nuestra sociedad. Habrá acceso a internet, por ejemplo. Ahora ni soñarlo. Podremos sacar un boleto de avión, aunque sea en una compañía Low Cost, y viajar tranquilamente como hace cualquier persona hoy en el mundo mundial. Viajar y regresar a su país, sin traumas. Podremos ver cómo se descentraliza el poder político y económico. Podremos tener una sociedad más horizontal y menos piramidal. Podremos tener una prensa más variada, entretenida y diversa que la actual. Podremos montar una empresa mediana o pequeña sin traumas ni problemas. Y en fin, podremos vivir en una sociedad más moderna, con los riesgos y los problemas de la modernidad. Y perder los miedos y la ignorancia típica de los aldeanos que viven encerrados en su aldea mínima y no conocen nada más allá.
Así que estoy de acuerdo en que  habrá cambios. De hecho, ya hay cambios. Lentos y graduales. Sin prisas. El proceso social, político y económico en Cuba ha sido muy complejo en los últimos 50 y pico de años. Desde 1959 a la fecha. Cuando Raúl Castro asumió el poder, creo recordar que fue en 2009, en uno de sus primeros y brevísimos discursos dijo: "Este es un país lleno de prohibiciones, y nosotros las vamos a ir desmontando poco a poco". Me asombró esa frase. Me pareció muy valiente reconocer esa verdad, reconocerlo ante todo el pueblo, por televisión y radio, no en una pequeña reunión de dirigentes. Y además en un discurso de unos pocos minutos. Sin darle vueltas al asunto. De un modo directo y frontal. Y en otro discurso posterior dijo: "Tenemos mucho que hacer. Y poco tiempo para hacerlo".
Creo que ese es el espíritu en que se vive en Cuba ahora. Desmontando prohibiciones. Pero sin prisas. Ni a la velocidad de la liebre ni a la velocidad de la tortuga. A buen ritmo. Así que me parece que ningún cubano venderá su alma al diablo. Pero además, estoy convencido de que el diablo no existe, No hay diablo al que temer. Ya nadie le tiene miedo al coco. Los cubanos somos adultos y queremos tener la posibilidad de probar nuestras fuerzas. De probarnos a nosotros mismos. Con audacia pero también con responsabilidad. Queremos tener ese derecho. Y lo estamos haciendo. Hay mucho por hacer. Es un gran reto que apenas está comenzando. Estamos caminando hacia la modernidad como hacen todos los países del mundo. Ya era hora.

jueves, 2 de abril de 2015

THE SHOW OF THE WINNER


Por la mañana llamé a un primo que vive en el pueblo de mi familia. Hablé con su esposa y me alertó: “Por las tardes está borracho. Bebe mucho. No lo llames por las tardes. Me tiene preocupada porque se sienta en un sillón y habla solo. Bebe y habla solo. Después se acuesta y no come. No sé qué hacer”. Yo pensé: Cualquier día el hígado se revienta y se acabó. Pero hay que ser más positivo. Le dije: “Pues no sé qué decirte. Llamo sólo para saber cómo están, pero ya veo…” Hablamos un poco más. Después por la tarde salí y me tomé una cerveza. Mucho calor y humedad, en pleno diciembre. Me agota. 
En el bar había un tipo alardeando, sentado en una mesa. Joven, con cadenas de oro, fuerte y musculoso pero con una barriga cervecera. Y una puta bellísima encima de él. Sabía escoger. Una puta cinco estrellas. El tipo mantenía una charla interminable, más bien un monólogo, con el camarero, que le escuchaba con atención por las propinas y porque no había más clientes. El tipo habla del dinero que gana y lo bien que le va en Miami. Y lo fácil que es quedar fuera de todo y que te aparten como a un perro. Un tipo espontáneo. Habla muy alto, y se pavonea. Tiene mucha necesidad de ser escuchado. Yo, en otra mesa, alejado, le oía perfectamente. Hizo toda la historia de cómo se fue de aquí y lo duro que fue al principio hasta que se encaminó. “Sin blandenguería, dice, si te pones blandito te machacan y te hacen picadillo. Aquello es pa gente dura. Tienes que machacar tú antes que te machaquen”. 
Pedí una segunda cerveza, para seguir escuchando. Era un espectáculo gratuito. The Show of The Winner! Todo una performance. En un rincón hay un televisor grande, transmite una reunión internacional de políticos que hablan y prometen sin parar, se regodean en sus embustes y mentiras. Pero el volumen está en cero. El barman cogió el control remoto y puso un canal de música latina. Baladas tropicales de amor. Culos , tetas, playas, bocas seductoras, todo espléndido y prometedor bajo los cocoteros. 
Entonces el mulato se calló y empezó a besarse con la puta. Llamó al bartender, le dio una propina de diez dólares y empezó de nuevo a hablar en voz muy alta, por encima de la música. Sobre el negocio de autos usados y de grúas de carretera. “Yo manejo una grúa. Gano mucho dinero pero son 24 horas, 7 días a la semana. No descanso. En la cabina de mi grúa tengo un letrero que dice: Time is money. ¿Sabes lo que significa eso?”, le pregunta a la mulata. Ella le dice que no. Él se ríe a carcajadas y le contesta, muy alto, rabioso: “Que pasan los días y no puedo hacer el amor con mi esposa. Está muy bien. Una mulata muy rica. Se parece a ti. Tenemos dos hijos pero sigue igual que cuando tenía 20 añitos.  Llego muerto de cansancio. Me ducho y me duermo. Y eso es duro. Siempre me despiertan de madrugada. Siempre. De madrugada cobro el doble. Es así”. Y la puta le dice: “Bueno, papi, pero ahora estás descansado. Ya no tomes más. Vamos”. Pero él sigue hablando. Y bebiendo ron. Queda muy poco en el fondo de la botella y le pide al barman que le traiga otra: “Añejo, 10 años, reserva especial. ¡Esto es hasta mañana! ¡Aquí hoy no cerramos! ¡No cerramos nunca! Twenty four hours seven days at week!". 
---Este texto forma parte de un libro que escribo ahora y que se titula La línea oscura.