Mi casa

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© Héctor Garrido

sábado, 23 de enero de 2021

EL ARTE DE ESCRIBIR

 

Esta foto la tomé en Centro Habana, cerca de mi casa, hace unos días. Un instante de la vida diaria. Un momento fugaz. Es todo lo que puedo hacer. Mirar, escuchar, sentir, reflexionar sobre el pálpito continuo de la vida. Es lo que hace cualquier escritor. Es simple. Vivir con intensidad, reflexionar, y escribir. Es sólo un intento para comprender un poco más lo que está pasando dentro de mí y a mi alrededor. Sin  pretensiones. Comprender. Y nada más. Un proceso interminable hasta que la vida misma es escritura. Y viceversa.
La editorial independiente Stirner, de Madrid, publicó en 2019 un libro poco conocido de Henry Miller. Se titula La sabiduría del corazón. Originalmente lo editó New Directions en New York, en 1941. Contiene unos 17 ensayos y artículos de Miller sobre la escritura y sus alrededores. Lo leo poco a poco. En uno, titulado Reflexiones sobre el arte de escribir, Miller afirma: "Incluso hoy en día no me tengo por escritor en el sentido ordinario de la palabra. Soy un hombre que cuenta la historia de su vida, un proceso que se me aparece cada vez más y más inagotable conforme avanzo. Como la evolución del mundo, no tiene final... Casi desde el mismo comienzo, ya era profundamente consciente de que no existe meta última alguna. Nunca he esperado poder abarcar la totalidad, sino sólo dar en cada fragmento aislado, en cada obra, la sensación del todo".
Más adelante reflexiona sobre el azar y la intuición como elementos esenciales de la escritura. "El artista que llega a ser absolutamente consciente, cesa en consecuencia de ser un artista".  Hay que liberar los demonios. Dejarlos que corran delante de uno y descubran nuevos caminos para seguir adelante. Eso lo saben todos los grandes escritores y los grandes artistas. Muchas veces uno escribe y no sabe a dónde va a parar todo eso que está ya  escrito. Dice Miller: "La gran obra debe ser inevitablemente oscura excepto para unos pocos, aquellos que, como el autor, están iniciados en los misterios. La comunicación, por tanto, es secundaria; es la perpetuación lo que importa. Para ello sólo se necesita un único buen lector... Cada línea y cada palabra está vitalmente conectada con mi vida, con mi vida únicamente."
Vivir y escribir así implica el riesgo. Para evitarlo muchos  escritores sólo se dedican a novelas históricas. Y evitan el riesgo de escribir sobre sus contemporáneos. O no les interesa mucho el tiempo que les ha tocado. Miller dice: "Si debe haber algún progreso en la vida, procede no de la adaptación sino del riesgo, de obedecer el impulso ciego. ´La ausencia de riesgo es mortal´, decía René Crevel, una frase que no olvidaré nunca".


miércoles, 13 de enero de 2021

HASTA LUEGO, ENRIQUE


 Ayer, martes 12 de enero 2021, falleció en La Habana, Enrique Pineda Barnet. Tenía 87 años. Muy debilitado físicamente pero con el coraje, la alegría y el desenfado de siempre. Debo añadir que también con la humildad y el buen humor.
Nos conocimos hace muchísimos años. Él dirigía el rodaje de una de sus películas,  Aquella larga noche, basada en las vidas de Lidia y Clodomira Giralt, mártires de la revolución.  Las locaciones se habían situado en Soroa (montes muy parecidos a la Sierra Maestra), pero a escasos 70 kilómetros de La Habana,  Y era 1979, según veo ahora en la ficha de la película, Así que hace más de 40 años. Le hice una larga entrevista. Más adelante colaboré con él en un guión para un largometraje sobre una jueza de un tribunal habanero. Un personaje real. Demasiado real. Tan real y fuerte que nunca se filmó la película. Igual mala suerte corrió otro guión más. Y pasaban los años y Enriquito no filmaba nada. Lo cual es muy frustrante porque trabajar trabajaba, pero sus guiones no eran aprobados en el ICAIC. Entonces preparó el guión de La bella del Alhambra. que ganó el Premio Goya 1990 a la mejor película, protagonizada genialmente por Beatriz Valdés. Como era un musical y encima situado en  los años 20 o en los 30, pues sí se filmó y tuvo una gran repercusión. Personalmente, creo, será recordado sobre todo por esta película, de la que siempre estuvo muy orgulloso.
Enrique fue siempre tan generoso y cultivó tantos buenos amigos que desde ayer muchos estamos orando y agradeciendo que existiera y que fuera nuestro amigo y que nos enseñara con su ejemplo a vivir con sosiego, a fluir cada día, a sonreir siempre a los buenos y a los malos tiempos. En fin, a agradecer  y disfrutar cada día de vida que tenemos. Hasta luego, Enriquito. Seguimos.

lunes, 11 de enero de 2021

NADIE ES PROFETA...

 

Acabo de releer La chica de los ojos verdes, de la escritora irlandesa Edna O´Brien. Es una novela muy autobiográfica y muy bien escrita, es decir, muy convincente. La leí por primera vez hace cinco o seis años, y no me gustó. Así somos los lectores. Ahora me ha parecido estupenda. Todo en nosotros cambia con el tiempo, no sólo las células. Ella publicó su trilogía: Las chicas del campo, La chica de los ojos verdes y Chicas felizmente casadas, en los años 60. El primer libro fue un escándalo en Irlanda porque describe con máxima crudeza la sociedad represiva, machista y ultraconservadora-católica sobre todo de la Irlanda rural.
El rechazo llegó a tal extremo que el párroco de su pueblo quemó tres ejemplares del primer libro en la plaza pública. "El catolicismo lo impregnaba todo y censuraba todo. Todo era pecado y había una vigilancia constante", dijo Edna en una entrevista con un periódico español. Por cierto, en castellano  se publicó sólo en 2013, 2014, 2015, cuando la editorial independiente errata naturae, de Madrid, la tradujo gracias a la ayuda económica del Ireland Literature Exchange, de Dublin.
Así que Edna O´Brien  no fue profeta en su tierra, pero tampoco en Londres, adonde se fue a vivir desde joven. No le fue fácil abrirse paso.
Ella nació el 15 de diciembre de 1930, en un pequeño pueblo irlandés. Con un padre alcohólico y una madre ultrarreligiosa católica, quien consideraba la escritura como "un camino de perdición".
Edna huyó a Dublín. En 1950 se diplomó en Farmacia y trabajó como boticaria. En 1960 publicó su primera novela. Y ya siguió, Kate y Baba son las dos protagonistas de su trilogía. Asegura que "Kate es la protagonista, pero  Baba es como mi yo secreto".
Ha escrito novelas, relatos cortos, poesía, y guiones de cine. Sobre el oficio de escritor dice: "Es un trabajo masoquista, pero cuando uno consigue un párrafo, una simple frase perfecta, entonces, ¡qué felicidad!".
Ha escrito siempre a mano y aseguró a ABC cultural, en 2019: "Los libros no, pero la literatura es un animal que está muriendo. Eso tiene que ver con el anhelo de muchos escritores por la fama, la ambición, la notoriedad y la falta de disciplina". Y: "Me gusta rezar. Cuando rezas hay sinceridad y no estás ofendiendo a nadie".
Ahora, con 90 años: "Soy consciente de  mi edad, de los achaques propios de mi edad. Por eso una tiene que rezar para tener fuerza y más fuerza y todavía más fuerza".

Post Scriptum: Como sucede siempre, la realidad supera a la ficción. Edna O´Brien se quedó corta. El martes 12 de enero 2021 se reveló una investigación de seis años realizada en centros de acogida irlandeses para madres solteras y sus hijos. Entre 1922 y 1998, más de 9 mil niños murieron en esos centros, regidos por la Iglesia Católica, por malnutrición, malos tratos, abuso emocional y otros motivos.  El escándalo provocó que el primer ministro de ese país pidiera disculpas públicamente y dijo que "es un capítulo vergonzoso, arduo y oscuro de la historia irlandesa reciente. Una cultura profundamente misógina". La investigación se centró en 18 instituciones que acogieron a unas 56 mil madres solteras y unos 57 mil hijos "ilegítimos".
Una testigo aseguró "Sufrí la tiranía de las monjas, que nos dijeron día tras día que éramos unas desvergonzadas".
En la mayoría de los casos los padres echaban de la casa a las hijas que, solteras, quedaban embarazadas, y no tenían otra opción que ingresar en los infernales centros de acogida, llamadas ahora por la prensa irlandesa como "Casas del horror".