Esto último es lo que podría pasarnos a los terrícolas por estar enviando mensajes a ciegas hacia el espacio exterior intentando conectar con otras "civilizaciones inteligentes", según explicó Seth Shostak, director de SETI (Programa de búsqueda de civilizaciones inteligentes), dirigido por la NASA. De SETI se desprendió un grupo de disidentes que crearon METI International, un programa también de búsqueda pero mucho más activo ya que en noviembre 2017 dirigieron la primera señal a un exoplaneta potencialmente habitable: el conocido por GJ273b, a unos 12 años luz de la Tierra. En abril 2018 están emitiendo una segunda fase de transmisiones escrito en código binario. El mensaje incluye 33 melodías electrónicas y un tutorial científico y matemático. Se espera que sea recibido por los destinatarios el 11 de marzo de 2030.
Douglas Vakoch, director de METI explicó a la periodista Silvia Hernando, de El País, España, que "Intentamos entablar relación con alguna civilización que pueda encontrarse en una estrella cercana y quizás nos está escuchando a escondidas. Cualquier civilización con capacidad para hacernos daño ya podría haber detectado las señales de radio y televisión que se alejan de nuestro planeta desde hace un siglo. Así que los extraterrestres han tenido tiempo de sobra para aniquilarnos. Y no lo han hecho".
Sus colegas de SETI piensan lo contrario. Al lanzar estos mensajes podríamos enojar a una cultura violenta y susceptible, que encima podría sacarnos millones de años de ventaja en términos evolutivos. "Además -dice Shostak- ¿qué le dices a alguien a quien no conoces y que ni siquiera es de tu especie?". Así que mejor es callarnos o seguir emitiendo señales al espacio sin un objetivo específico, desde el radio telescopio de Arecibo, en Puerto Rico (foto de arriba). Bueno, esta polémica entre los sesudos de SETI y de METI es por lo menos inquietante.
Los soviéticos enviaron el primer mensaje de este tipo en noviembre de 1962. Después, en 1974 se envió el primer mensaje desde el gigantesco radiotelescopio de Arecibo, que todavía hoy sigue su camino hacia el cúmulo de estrellas M13, situadas a 25 mil años luz. En los últimos 50 años se ha enviado una decena de mensajes. Pero hasta ahora no hay respuesta. Quizás sea mejor que continúe ese silencio total.
un tema que nunca me ha interesado, espero que no busquen problemas por gusto. Que ya bastantes tenemos, que misterio.
ResponderEliminar