Mi casa

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© Héctor Garrido

martes, 14 de abril de 2015

GUNTER GRASS EN CUBA

Gunter Grass era un tipo difícil. Acaba de morir. Ayer lunes 13 de abril 2015, en Lubeck, de una infección pulmonar. Tenía 87 años. Consideraba que todo escritor debe ser la conciencia crítica de la sociedad. Es decir, nada complaciente. Yo estoy de acuerdo. Cuando publicó en 1959 El tambor de hojalata lo llevaron a juicio por blasfemo y pornógrafo. Pero no se amilanó. Si eres un escritor crítico y no estás dispuesto a hacer concesiones sabes que tienes que pagar ese precio: te atacarán desde la izquierda y desde la derecha. Cada grupo buscará sus motivos para atacarte. Intentarán acosarte,  desprestigiarte e intimidarte para lograr que te calles y no incomodes más. Tienes que ser duro y resistir. Y Grass lo fue siempre. 
En 1992 ó 1993, más o menos, no recuerdo bien, Grass visitó Cuba. Eran los años difíciles del llamado Período Especial. En realidad fue la crisis más brutal por la que ha pasado mi país en toda su historia. Había mucha gente asustada y crispada porque  todo podía naufragar  en cualquier momento.
Yo trabajaba como periodista en una revista semanal. La directora me pidió que entrevistara a Grass. A mí me gustaba entrevistar escritores. Benedetti, Galeano, Cardenal. Entrevisté a unos cuantos, y lo disfrutaba. Así que fui al encuentro del alemán. Le pedí una entrevista y me echó un cubo de agua fría: "No le puedo conceder una entrevista. Pero usted puede ir a cada presentación que yo haga y me formula una pregunta. ¡Una sola pregunta! Y yo le respondo". Me quedé boquiabierto: ¿Por qué este hombre me hace esto? ¡Tremendo HP! Por supuesto, todas esas blasfemias sólo las pensé. En la realidad lo miré con furia y unas pequeñas dagas salieron mortales desde mis ojos hacia los suyos. Pero él no se dio por enterado. Así que estuve una semana detrás del cabrón viejo. Pero él me había marcado. En cada presentación yo le hacía una pregunta y él me respondía con agudeza y profundidad, pero si yo intentaba una segunda pregunta ahí mismo hacía una mueca de disgusto porque yo incumplía el acuerdo, y miraba hacia otra parte para darle la palabra a cualquier otra persona y hacer caso omiso de mi presencia. Para mí fue todo un ejercicio de humildad y de control del ego. 
Era social demócrata, así que me dio respuestas duras y nada diplomáticas sobre Cuba, su gobierno, la economía y todo. Por ejemplo, le pregunté algo tonto a ver si me daba al menos una respuesta amable:
-¿Qué le parece La Habana?
-Me recuerda a Calcuta. Cuando estuve allí me impactó tanto la miseria y el hambre que me pasé seis meses sin poder escribir.
Bueno, al fin terminé el peregrinaje. Armé la entrevista y se la entregué a la directora. Al día siguiente, muy temprano, me llamó airada. Había tachado unas cuantas páginas. Bueno, en realidad había censurado bastante. Y encima me hablaba -casi me gritaba- en tono de regaño como si yo fuera un niño malcriado e irresponsable que no sabe lo que hace y al que hay que educar:
-No la voy a publicar como me la entregaste porque ellos tampoco nos dejan hablar a nosotros todo lo que queremos decir.
-¿A los cubanos los censuran en Alemania? No entiendo, -le dije.
Ella cortó tajante la discusión:
-Va a salir como la dejé yo. Y si no estás de acuerdo la llevas a La Gaceta de Cuba para que te la publiquen.
La Gaceta de Cuba es una revista bimestral de cultura, con fama de liberal.
Fui a la redacción. Discutimos más. Y nada. Perdí. El fin de la historia es que la entrevista se publicó en la versión censurada. Cuando la vi impresa no lo podía creer. Casi la mitad del texto había desaparecido.
Han pasado más de 20 años de ese incidente. Supongo que ya no estamos tan crispados. Hemos tenido tiempo para relajarnos un poco y sonreir. Creo yo.

6 comentarios:

  1. Hola — me llamo Shona Sanzgiri, y soy un escritor con Vice Magazine en los Estados Unidos. Gustaria que entrevistar a Señor Gutierrez en Cuba. ¿Eso posible?

    Viajando con mi esposa, que es Mexicana, y ella nos ayudarme traducir. ¿Hablas ingles? Pensando que sera mas facil.

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  2. Me pregunto si entre los viejos archivos no tendras el original borrador de la entrevista al aleman, seria interesante publicarla en este block sin censura, sin las omisiones.

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  3. No sabía de su muerte. Interesantísima historia, Pedro.
    Leí hace mucho una entrevista con Gunter donde decía; '... vivir sin esperanza me proteje del cinismo'

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  4. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  5. Me gustaría -si la tiene- que publicara en su blog la entrevista completa. La respuesta a su pregunta sobre La Habana fue valiente y certera. Sería interesante verla en toda su dimensión.

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  6. Me gustaría -si la tiene- que publicara en su blog la entrevista completa. La respuesta a su pregunta sobre La Habana fue valiente y certera. Sería interesante verla en toda su dimensión.

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