A veces, por las tardes, invito a un vecino. Nos sentamos en la terraza, frente al mar, nos sonamos unos tragos de ron y conversamos. Es Sinesio Rodríguez, saxofonista, pianista, arreglista, santiaguero. Ahora tiene casi 82 años así que vivió los mejores tiempos de la música cubana. Trabajó con la orquesta de Chepín Chovén, en Tropicana, con Felipe Dulzaides, etc. Todo. Lo vivió todo. Tocó el saxo hasta en el Shangai, que es mucho decir. "Figúrate, yo jovencito, y aquellas mujeres haciendo strip tease delante de mi, a un metro de distancia. Se me iba la vista. En aquella época no se afeitaban. Todo era al natural. Como Dios las trajo al mundo. Me aprendí de memoria todas las partituras en una sola tarde. Y ya. Tocaba de memoria y miraba el espectáculo". Se queda en silencio un rato, con la mirada perdida, y me dice nostálgico: "Los años '40 y '50 fueron los mejores para la música cubana. Fueron los años del glamour, de todos los cabarets. La Habana que no dormía. Después, en los '60 empezó a cambiar todo. Y ya no fue lo mismo".
Se mantiene delgado, lúcido, y conserva el toque del tipo luchador y recio que siempre fue. Yo me limito a escucharle. Tiene cuentos de todo el mundo porque trabajó con todo el mundo. Desde Celia Cruz hasta el cuarteto de Los Meme. La mayoría de las anécdotas son impublicables. Demasiado íntimas. Ayer me habló de La Lupe: "Le gustaba morder a los músicos. En la espalda. Cuando le daba su arrebato mordía al que estuviera más cerca. A mí me mordió una sola vez porque me cogió de sorpresa. Yo seguí tocando el saxo pero ella apretaba más y no soltaba, hasta que al fin logré zafarme. Y ya. Todos huíamos. Y ella iba parriba del pianista. Ese pobre no podía huir. Tenía que aguantar lo que viniera. Y ella se aprovechaba. Se quitaba los zapatos y le entraba a zapatazos y después a mordidas. No sé. Era su estilo. La locura. Aquella mordida me trajo tremenda discusión con mi mujer porque, claro, nunca me creyó que la cantante mordía a todos los músicos. Jamás lo creyó".
Yo era un niño en esa época, pero recuerdo a La Lupe en la TV, se despeinaba, se quitaba los zapatos y los largaba y amenazaba con rasgarse el vestido. Su verdadero nombre era Lupe Victoria Yoli Raymond. Nació en 1936 en Santiago de Cuba y murió en Nueva York en 1992, de un infarto que le sorprendió mientras dormía. Tenía apenas 56 años. Dejó unos 17 discos e infinidad de programas de TV grabados. Tuvo una vida tan intensa y caótica que, a mi modo de ver, es una leyenda que crece. Cuando Sinesio me contó lo anterior, puse uno de sus discos. "Puro teatro. La mala de la película. No me quieras tanto". Al viejo se le aguaron los ojos. Y seguimos con el ron.