No hay mucho que añadir. Dicen que una imagen vale por mil palabras. Esta foto la tomé al borde de la carretera de Pinar del Río a Guane, en el extremo más al oeste de Cuba. Hace un par de años. Tengo una hija y unos nietos que viven por allí y una o dos veces al año me doy un viajecito para visitarlos. Lento, sin prisas. Allí viven con otro ritmo. Mucho más despacio. Van a cazar y a pescar, viven entre la vegetación, nada competitivos. Pero tampoco es un lugar ideal, como podría sugerir la foto y lo que acabo de escribir.
No es ideal. Nada es ideal, supongo. No existe un lugar ideal, ni una situación ideal, ni nada. Absolutamente nada completamente ideal y perfecto. Menos mal. La foto me sugiere silencio. Sólo eso. Y humildad. Silencio y humildad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario