Mi casa

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© Héctor Garrido

lunes, 3 de noviembre de 2014

FANTASMAS DE SÁBATO

El calor es sofocante en La Habana en pleno noviembre. Por las tardes refresca un poco. Entonces me siento frente al mar, en silencio, para releer un libro de Ernesto Sábato: El escritor y sus fantasmas. Ya a estas alturas de la vida no me interesa releer Madame Bovary, por ejemplo, sino ir más a fondo y entender a Flaubert. Me sucede con muchos escritores que ya en su madurez intentaron explicar y sobre todo explicarse a sí mismos.
Sábato escribe en el prólogo, que data en 1961-1963: ''Este libro está constituido por variaciones de un solo tema, tema que me ha obsesionado desde que escribo: ¿Por qué, cómo y para qué se escriben ficciones?''
Y más adelante: ''...para mí, como para otros escritores de hoy, la literatura no es un pasatiempo ni una evasión, sino una forma -quizás la más completa y profunda- de examinar la condición humana''.
El libro tiene 208 notas o apartados. Casi todos breves, pero estupendos. Algunos brillantes. Durante los años que dediqué a prepararme para escribir Diálogo con mi sombra, sobre el oficio de escritor, estuve indagando  sobre este tipo de libros y de ese modo formé una buena colección. Desde P.D. James hasta Norman Mailer, Kundera, y varias decenas más. Todo el que escribe libros llega a un punto en que se hace las preguntas: ¿Por qué escribo?, ¿Cuáles son mis motivos?, ¿Cómo lo hago?, ¿Cómo son mis lectores? O al menos ¿Cómo es en promedio el lector que prefiere mis libros?
Son preguntas intrigantes. Uno intenta responder con la mayor lucidez posible, aunque lo cierto es que cada pregunta de ese tipo tiene millones de posibles respuestas. Y generalmente son respuestas poéticas. Muy alejadas de la precisión. Pero en definitiva me gustan esos libros generalmente pretenciosos, ingenuos y en ocasiones -Kundera- pedantes e insoportables.
Se supone que son libros que pueden interesar a un público reducido: profesores, investigadores, aspirantes a escritores. Pero no siempre es así. Con frecuencia me escriben lectores que acaban de leer mi Diálogo con mi sombra (para los interesados: sólo está disponible en papel y digital en  Amazon, no lo busquen en librerías). Por lo general quieren preguntar algo más, indagar en detalles. Y son lectores comunes y corrientes sin más pretensiones. Ese tipo de correspondencia extiende el libro, lo amplía. Todo escritor necesita el field back. En mi caso no lo necesito por razones pragmáticas, sino simplemente porque me hace ronronear como un gato al que acarician. Así que tan intelectual tampoco.

1 comentario:

  1. Hola PJ, acá Stephan cree que voy a atacarte con mi comentario.
    Así que por favor leélo con amor, con el cariño que él cree que NO tengo al comentar.

    (pasa que Blogspot borró mi texto al actualizar la página)

    En el caso de "De que hablo cuando hablo de correr", el mayor feedback que podría dar es salir corriendo XD :D

    Mi ejemplar de "El escritor y sus fantasmas" fue desaparecido voluntariamente. No fue mi voluntad, sino la del renacuajo a quien presté el libro.

    Saludos!

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