Mi casa

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© Héctor Garrido

lunes, 28 de diciembre de 2020

DIARIO DE LA PANDEMIA

 

Veo en las noticias que ninguna editorial quiere publicar libros relacionados con la pandemia. Suponen que nadie quiere abrir un libro y encontrarse con la misma dura realidad que tenemos cada día.  Y suponen bien. Yo, al menos, no quiero escribir nada sobre el tema.  Además,  es necesario dejar pasar mucho tiempo entre tener una experiencia y escribir sobre ella. Es lógico dejar que sedimente, que se asiente, para poder procesar en ficción.
No obstante, a mediados de 2020 estuve escribiendo un diario. Aprovechando el encierro en mi casa, en La Habana. Le llamé Diario de Centro Habana. Escribí, no sé bien, unas 100 páginas, quizás más. Son reflexiones, pequeños relatos, collages de la realidad cotidiana mezclado todo con cierta gracia, o al menos, esa era la idea. No dramatizar más el asunto. Al fin lo dejé porque la pandemia era interminable y no quiero publicar algo así. Me dediqué a otros proyectos, sobre todo a terminar un libro de cuentos y a comenzar la larga edición de un tomo que denominé Poesía Completa 1994-2020. El cual contiene unos 600 poemas, En eso, me escribió Guadalupe Nettel, buena amiga, escritora y directora de la Revista Universidad de México, y me pidió alguna nota sobre la pandemia. Le envié un trozo de lo que ya había escrito. Lo colgaron en internet junto con trabajos de otros muchos escritores. El proyecto evolucionó y se convirtió en un grueso libro con más de 600 páginas. Se presentó el pasado 4 de diciembre en un encuentro digital de dos horas donde hablamos unos con otros y fue muy simpático. Después me enviaron un ejemplar del libro editado por la UNAM (Universidad Nacional Autónoma de México). Y  lo cierto es que ha salido un libro extraño,  muy diferente cada texto, como un puzzle, un rompecabezas. Y un alto nivel de escritura y de pensamiento y reflexión. Merece la pena leerlo. 
Ahora, a fines de diciembre, al fin, ha aparecido la vacuna, las vacunas, y la pandemia se supone que comenzará a ceder en 2021. Mientras tanto nos ha dejado una buena lección de humildad. Creo que el mensaje es: No somos tan invulnerables. No somos tan inmortales. Necesitamos un poco más de humildad y menos arrogancia, y aceptar nuestra fragilidad como especie. No podemos destruir y esperar recibir algo bueno a cambio.
Aunque nos disguste reconocerlo, podemos desaparecer de la faz de la Tierra y no pasa nada. El Universo seguirá con su dinámica eterna y nadie nos echará de menos. Así de simple. ¿Suena dramático? Pues no lo es. Somos una especie depredadora y autodestructiva. Y la ley de causa-efecto está ahí, implacable. Esa es la cruda realidad, aunque los que deciden no se enteran.

3 comentarios:

  1. Pedro Juan, antes de leer este texto vi una película que se llama La coleccionista. Es una película francesa. Dos amigos y una ninfa en el centro. Los dos la desean y la desprecian. Ella va por delante de ellos pero ellos apenas si lo notan. Un asunto de dominación y de ego. Si puedes échale un ojo, a ver qué te parece. Es de Éric Rohmer.

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  2. Muy hermosas tus palabras, considero que el texto "armado como puzzle" es algo bastante común que Anagrama publicaría sin duda, espero paciente para leerlo.

    J.L Escamilla

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  3. Que maravillosa noticia para empezar mi año🤗

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