Cada vez hay más indicios de que la literatura ingresa en una fase de coma irreversible. Hace unos días un colega escritor, radicado hace años en USA, me contaba que ha tenido mucho éxito de ventas con su primera y única novela, editada por una gran editorial de New York. Él escribió una novela sobre un tema histórico, con muchos datos e información, sin riesgos ni experimentos ni nada. Muy convencional, cuidadosa y decente. Es que él mismo es así. Tranquilo, apacible, sosegado. Me comentó que el contrato es confidencial pero que tiene una cláusula no negociable que obliga al autor a entregar un manuscrito donde no se menoscabe, ofenda, ultraje o moleste ni con el pinchazo de una pestaña a nadie por razones de preferencias sexuales, religiosas, étnicas.
En nombre de la corrección política atan de pies y manos al escritor porque, ¿quién determina que algo es ofensivo o que daña a la moral? La moral, como bien sabemos, es muy relativa y elástica como un chicle. Mis libros no clasifican. Eso seguro. Yo, no obstante, seguiré escribiendo como entiendo que debo hacerlo, con total libertad y sin tener en cuenta ese tipo de amarres y convenciones. Pero otros escritores sacan sus cuentas. Por ejemplo, mi amigo ha vendido más de 100 mil ejemplares. Es casi millonario. En un ambiente de puritanismo estéril es rentable ser puritano y reprimir lo que tenemos que escribir en aras de ganar dinero. Y de ese modo entramos en la censura global. El tiempo de la mediocridad puritana. La mentalidad aldeana que conduce directamente al tedio, a la grisura, a la rutina, al estancamiento. Eso por un lado y por el otro lo que ya sabemos: cada día tenemos más entretenimiento al alcance de la mano, por internet sobre todo, y por tanto menos tiempo para leer libros.
Es una combinación mortal para la literatura. Más entretenimiento conduce a menos tiempo de lectura y a no entrenar los procesos de pensamiento que se requieren para leer libros. Y si añadimos esta mordaza que las editoriales ponen a los escritores, ¿qué nos queda? Escribir tonterías. Novelitas previsibles y respetuosas con las buenas costumbres. Es decir que lo que le sucedió a Flaubert en 1857 cuando publicó Madame Bovary, podría repetirse ahora. Recordemos que fue llevado a tribunales por atentar contra la moral. Se salvó porque contó con un avezado abogado y porque soltó su famosa frase: "Madame Bovary c'est moi". Una pena. Ya sé que siempre ha sido así. La historia de la literatura está saturada de censuras. represiones y persecuciones contra escritores. Pero me parece que ahora estamos peor que antes. Y no sólo en USA. En España, mi amiga Wendy Guerra. Su novela Negra fue rechazada por una gran editorial española. Le dijeron que desde el título ya era racista y que adentro estaba conformada por supersticiones y más racismo. Claro se desarrolla entre personajes que practican la santería afrocubana, no puede ser de otra manera. Por suerte la editorial Anagrama la publicó. Anagrama se mantiene como un reducto de la incorrección y la libertad de expresión.
Quizás es prematuro decir tajantemente que la literatura está herida de muerte y que su mejor tiempo ya quedó atrás. No sé. Lo que sí es seguro es que está herida y va dejando un rastro de sangre. Se debilita. La debilitan quienes debieran arriesgar y defenderla. Los editores. Pero así están las cosas. Quieren una sociedad de robots. Y dinero seguro y rápido. Y lo están logrando. De ese modo logran que la gente no proteste, no hable en voz alta, no tenga ideas propias. Uniformidad y silencio. No habrá más Bukowski, ni más Celine, ni más Marqués de Sade, ni más Reinaldo Arenas ni más disidentes. Disculpen por sonar tan pesimista pero eso es lo que veo acercarse. La tormenta del silencio.
A mediados del siglo XX, el cine atravesó una crisis de censura más dura que esta y, aun así, se filmaron grandes joyas en todos los géneros. Y se sigue haciendo cine.
ResponderEliminarNada destruye al arte. Ninguna medida de estas.
Por otra parte, es curioso como en el artículo la literatura es vista como opuesta al entretenimiento. ¿Acsaso leer un libro no merece ser entretenimiento como lo es ver una película o una serie de televisión? Porque yo leo todos los libros con ese fin primigenio, sin importar el autor, el género o el tema. Si aquella postura es cierta, eso sí que mata a la literatura: la sacralización, la creencia de que leer un libro es superior a cualquier otra manera de pasar el tiempo. Es otra cuota más de ese elitismo del que los libros no han podido liberarse.
-Mauro Vargas.
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EliminarEl problema con respecto al cine que sobrevivió a la censura es que por aquel entonces no existían RRSS. Hoy en día se pueden orquestar verdaderos boicots masivos contra un libro o pelicula. Y las editoriales y productoras no se quieren arriesgar y perder dinero. La corrección política es la nueva censura. Aunque existen escritores como Houllebecq que venden mucho y son caústicos, irreverentes e incorrectos.Aunque son minoría. Quiero pensar que es solo una época pasajera y que la litetatura es imperecedera.
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ResponderEliminarANTE SU EXCELENTE ANÁLISIS ENVÍO PARTE DE MIS ESCRITOS ESTIMADO.,,: http://enderodrigueznomeempoeme.blogspot.com/
ResponderEliminarhttp://www.diarionorte.com/article/149374/el-periodista-que-destapo-el-negociado-de-banco-nacion-ibm-pide-limosna-en-el-subte . Pedro, leí su nota en el The New York Times, y realmente tiemblo ante lo que espera a los Cubanos, cuando el capitalismo derribe los muros que los contienen, realmente sabe el "pueblo" que no va a acceder a lo que le muestran que es la vida en eeuu y europa ?? Yo vivo en Uruguay, un país que sigue todas las lineas del capitalismo, y la mayoría del pueblo vive y muere sin siquiera haber cruzado las fronteras, y no porque no los dejen sino porque no pueden, la zona mas lejana de la costa playera de mi país queda a nada mas que 500 km. y muchísimos de mis compatriotas no conocen el mar. No es fácil ni divertido vivir en el mundo capitalista, donde la tv. te dice todo lo que te puedes comprar pero no te alcanza el dinero para hacerlo, y tampoco hay trabajos con salario digno como para comprar casi nada de marcas premiun como compran en los países del norte. Un abrazo y suerte para cuando los gobiernen los capitalistas. PD.= El post que puse, es de un periodista Argentino, al que se le ocurrió investigar sobre la corrupción del capitalismo, y en su pecho le marcaron las tres letras de la multinacional con un cuchillo, y nunca mas consiguió trabajo, eso es el capitalismo, que no digo que sea mejor o peor que el comunismo o que el castrismo por eso mi despedida "suerte" con el capitalismo que los va a pasar por arriba.
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