Mi casa

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© Héctor Garrido

sábado, 18 de julio de 2015

AMY WINEHOUSE

El documental AMY se acaba de estrenar en España el viernes 17 de julio. Lo vi en el primer pase. Es impresionante. Deja un sabor amargo  aunque Asif Kapadia, el director, intenta ser objetivo y elude la morbosidad y la crueldad. De todos modos, Amy Winehouse llevó una vida tan exageradamente desorbitada que  es imposible tomar distancia. La cantante de jazz falleció el 23 de julio de 2011, con 27 años. Apenas había producido dos CD: Frank  (2003) y Back to Black (2007). Póstumamente han salido otros dos. De golpe se convirtió en una celebridad. Ganó los premios más importantes. Se dice que cobraba un millón de libras por cada concierto. Y en los últimos cuatro años de su vida fue asediada incesantemente por los paparazi y la salvaje prensa sensacionalista londinense. Es decir, una jauría de lobos estaba al tanto cada minuto de todos sus movimientos.
Era una simple chica de barrio, pero con un talento y una sensibilidad superior. Sólo aspiraba a expresarse con honradez. Nació en un barrio humilde de Londres, en una familia pobre, su padre los abandonó cuando ella era una niña. Amy salió rebelde. No le interesaban los estudios y dejó la escuela. Tatuajes, piercings, tabaco, novios. Empezó a cantar en jam sessions de jazz en pequeños clubes. Componía canciones crudas, viscerales y muy duras. Y las interpretaba con una fuerza inusual. Apenas tenía 19 años cuando la contrata una gran productora musical y le pagan 250 mil libras. Sale corriendo y se compra un apartamento en Camden, un barrio de artistas, bullicioso y muy especial, al norte de Londres. Y allí tuvo unos cuantos años de felicidad: drogas de todo tipo, sexo, alcohol, novios y más sexo, amores, desengaños, locuras, furias, borracheras incesantes, y junto con todo eso -o gracias a todo eso- compone canciones, hace giras, gana más dinero y se hace famosa. Más aún: se convierte en una leyenda. Cada vez hay más presión sobre ella. Una cantante de jazz necesita intimidad. Un pequeño club con 40 personas entendidas y atentas y no un stadium con 100 mil personas delirando y aullando como lobos. Se sintió mal por toda aquella locura que la rebasaba. En el documental su padre y su esposo salen muy mal parados, pero por supuesto, hubo otros muchos aprovechados que también sacaban su porción. Siempre es así cuando hay un artista de talento excepcional. A su alrededor enseguida aparecen los satélites que sólo quieren sacar su tajada del pastel. 
Logró escapar unos meses a una isla en el Caribe. Intento rehabilitarse en un sanatorio. Pero pudo más su temperamento insaciable, emocional, inestable y vertiginoso. Era una artista de verdad. Sólo quería componer y cantar con todo su corazón. Sólo eso. Una noche bebió vodka sin parar y su guardaespaldas la encontró muerta. Nunca se sabrá si fue un suicidio o un descuido. Ya había cruzado la línea oscura. Esa frontera invisible que nunca debemos pisar porque al otro lado sólo hay un abismo infinito y eterno. Si perdemos el leve mecanismo de alerta, o se nos descompone, estamos perdidos. Amy ya estaba en esa posición de "Me da igual, no me importa nada, piérdanse. No quiero ver a nadie".  ¿Una pena su muerte? ¿Hay que lamentar que se fue demasiado joven? No. Creo que no hay que lamentar nada. Está bien así. Nos dejó un puñado de canciones estupendas. Sobre todo oigo con frecuencia el CD Back to Black. Es muy diferente a todo lo demás. En un mundo donde lo que prolifera es la frialdad tecnológica y el  valor del dinero, es importante que aparezca gente así de vez en cuando. Gente humana, que se entrega locamente, que vive al límite sin miedo. Y se van. Dicen adios cuando no lo esperamos y ya: "Me voy. No lloren. No se termina nada. Seguimos siempre porque no hay principio ni final". 

7 comentarios:

  1. Para mi la imprescindible es: You Know I'm No Good

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  2. Excelente, Pedro Juan, un saludo desde El Salvador

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  3. You are wondering now, what to do, now you know, this is the end.

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  4. he disfrutado leyendo esta brillante descripcion , la sensibilidad con que describes la vida de esta mujer es impresionante, te felicito, es magnifico.

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